La República Centroafricana ha experimentado un aumento de la violencia desde marzo de 2013. Con casi 900.000 personas desplazadas forzosamente desde esa fecha, la crisis se ha convertido en uno de los peores desastres humanitarios de nuestro tiempo, según informes de la ONU. Hay más de 460.000 refugiados de la República Centroafricana en los países vecinos y 436.000 son desplazados internos. La división intrarreligiosa e interreligiosa afecta a la estabilidad del país, provocando enfrentamientos entre diferentes comunidades religiosas y comunidades étnicas, y debilitando el potencial de reconciliación.
Debido a la magnitud de este desplazamiento, el país corre el riesgo de dividirse entre un norte musulmán y un sur cristiano. Según diversas fuentes, los cristianos representan el 80% de la población (55% protestantes, 25% católicos) y los musulmanes aproximadamente el 15%.
La Conferencia del Foro de Bangui sobre Reconciliación Nacional fue organizada en mayo de 2015 por el gobierno de transición que condujo a la adopción del Pacto Republicano por la Paz y la Reconciliación. En octubre de 2015, el Consejo de Seguridad de la ONU llamó "a la comunidad internacional a continuar apoyando a la República Centroafricana al abordar prioridades críticas articuladas por los centroafricanos durante el Foro de Bangui sobre Reconciliación Nacional" y "elogió la acción conjunta de líderes religiosos en la República Centroafricana en la búsqueda de paz intercomunal ". Por lo tanto, es imperativo que los actores internacionales y locales continúen apoyando el diálogo, incluso entre los líderes religiosos para allanar el camino hacia la paz y la reconciliación.