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Los becados de KAICIID promueven la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional
Esta semana se celebra el décimo aniversario de la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional de las Naciones Unidas, en la que se reconoce que el diálogo interreligioso y la comprensión mutua son fundamentales para construir una cultura de paz. El KAICIID está profundamente comprometido con el fomento de la armonía entre personas de todos los credos y tradiciones religiosas en todos los aspectos de nuestro trabajo, incluso a través del Programa de Becas que ha formado ya a casi 300 líderes en todo el mundo. En honor de la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional, queremos acercarnos a esta iniciativa de los becados en nuestra ciudad anfitriona de Viena (Austria).
Cuando Cirilo Boloron y Elisabeth Palugyay se conocieron a través del Programa de Becados Internacionales del KAICIID y conectaron inmediatamente por su deseo de apoyar la afluencia de refugiados y migrantes a Viena.
El rápido crecimiento demográfico de la ciudad de Viena se ha vinculado a la historia de la migración internacional de la ciudad, ya que las comunidades de migrantes que permanecen largos lapsos de tiempo llegan a representar la mitad de la población, según informes de la OCDE.
Además, entre 2015 y 2018, Austria recibió un número sin precedentes de personas que buscaban refugio de algún conflicto.
"Viena es una sociedad multicultural. Hay muchos grupos procedentes de diferentes culturas y países", comentó Boloron.
El programa de becados ha supuesto el catalizador perfecto para la colaboración de Palugyay y Boloron. Como parte del programa de capacitación de un año de duración, el KAICIID ofrece a los becados pequeñas subvenciones para llevar a cabo iniciativas que aborden los problemas del mundo real y se adapten a las necesidades de sus instituciones y comunidades.
En 2019, Boloron (en la foto de la izquierda) y Palugyay se conocieron a través del programa de Becados Internacionales del KAICIID, participando en cursos de capacitación sobre el diálogo interreligioso y visitando diversos lugares de culto.
Para Boloron y Palugyay, el desafío más apremiante en Viena (Austria) era la integración.
"Entre 2015 y 2017 llegó una una enorme cantidad de personas y necesitábamos proporcionarles ayuda y refugio en muy poco tiempo. Ahora que se han atendido sus necesidades más básicas y que tienen permisos de residencia, nuestro objetivo es promover su proceso de integración a largo plazo, fomentando el entendimiento intercultural." dijo Palugyay.
Con la puesta en marcha de una serie de proyectos de diálogo comunitario, los dos becados se reunieron con jóvenes recién llegados, con la esperanza de ayudar a superar algunas de las diferencias y de poder dirigir bien sus sentimientos de esperanza y sus temores con respecto a la integración.
"Cuando estaba pensando en la iniciativa de mi proyecto, me planteé que tenía que volver a las bases, a mi comunidad. Mi plan de organizar un grupo de diálogo interreligioso para los jóvenes se debe a que veo la necesidad de ser consciente y tener una experiencia sobre el diálogo a edades tempranas", dijo Boloron.
Boloron y Palugyay dicen que su colaboración es también un ejemplo de cómo se puede hacer para que gente de diferentes orígenes, etnias y antecedentes puedan trabajar juntos promoviendo el diálogo y el respeto mutuo. Originario de Filipinas, Boloron trabaja como asistente pastoral de la Archidiócesis de Viena. Palugyay es oriunda de Viena y tiene experiencia en migración y ayuda humanitaria, habiendo trabajado anteriormente para la Cruz Roja Austríaca.
"Reunimos dos aspectos diferentes. Él tiene su base en una comunidad religiosa en uno de los distritos más diversos de Viena. Yo, por mi parte, tengo experiencia en trabajo humanitario. Ambos tenemos interés en trabajar con la juventud y en reunir a los jóvenes más allá de las fronteras tradicionales, religiosas o culturales", declaró Palugyay.
Boloron y Palugyay comentan también que el diálogo interreligioso ha demostrado ser vital para asegurar una integración eficaz y que las personas de diferentes culturas y orígenes se sientan escuchadas y comprendidas.
"Les damos la oportunidad de salir de su propio mundo con la esperanza de que haya cooperación y una comprensión más profunda", dijo Boloron. "Y de esa manera, de algún modo, a nuestra propia manera, ayudamos a fomentar la armonía y la paz."
¿Con qué frecuencia escuchamos de verdad?
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¿Qué hace falta para desarrollar lazos…