El Representante Permanente de España ante las Naciones Unidas, el Embajador Román Oyarzun Marchesi, recomendó el 2 de junio la inclusión de iniciativas de diálogo interreligioso como el KAICIID en la “lucha contra la violencia sexual”. El embajador intervino en el debate abierto del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el uso de la violencia sexual en situaciones de conflicto.
Asimismo, Oyarzun recomendó que la situación de las supervivientes se debata sistemáticamente con los líderes religiosos, vista la influencia que tienen en sus comunidades. “Su compromiso con la prevención y la reintegración de las víctimas puede ser fundamental para las supervivientes y sus familias”, afirmó.
Olof Skoog, Representante Permanente de Suecia ante las Naciones Unidas, interviniendo también en representación de Dinamarca, Finlandia, Islandia y Noruega, exhortó a lograr un enfoque holístico que incluya alianzas con todas las partes interesadas, incluidos los líderes tradicionales y religiosos.
Los participantes coincidieron en que el uso de la violencia sexual en situaciones de conflicto se ha convertido en una táctica de terrorismo, a menudo empleada por grupos extremistas violentos. Zainab Hawa Bangura, la Representante Especial del Secretario General sobre la violencia sexual en los conflictos, explicó que la violencia sexual es parte fundamental de la ideología de grupos extremistas y de sus objetivos estratégicos.
El Secretario General Ban Ki-moon se refirió a la violencia sexual como una “estrategia deliberada utilizada para desgarrar el tejido de la sociedad”. Además, hizo referencia al secuestro hace más de dos años de más de 200 niñas de Chibok, Nigeria, como uno de los ejemplos más horribles del uso de la violencia sexual como táctica de terrorismo.