Las elecciones nigerianas han pasado, pero sus repercusiones siguen sintiéndose en la nación más poblada de África. En algunos estados se están repitiendo los comicios, los candidatos que perdieron alegan fraude electoral, los partidos de la oposición han presentado recursos legales y las comunidades de varios estados se están recuperando de un estallido de violencia.
El aumento de las tensiones a lo largo de diferentes líneas de división religiosas y étnicas ha hecho que estas elecciones sean especialmente delicadas y han dejado a los nigerianos más polarizados que nunca. En este escenario, los líderes religiosos tienen un papel crucial que desempeñar, ya sea promoviendo la paz y el diálogo interreligioso durante el proceso electoral previo u orientando a sus seguidores para que se alejen de la violencia en las delicadas semanas que se avecinan.
"Los prejuicios se han ido acumulando y las elecciones han sacado a la luz estos agravios", afirma Lantana Abdullahi, responsable de proyectos del KAICIID en Nigeria. "Mucha gente no cree en el resultado de las elecciones ni tiene fe en su proceso".
Un aliado clave en estos esfuerzos es el Foro de Diálogo Interreligioso por la Paz (IDFP). Con el apoyo del KAICIID, esta red de líderes religiosos, líderes políticos y agentes de la sociedad civil ha llevado a cabo proyectos con las comunidades locales y ha celebrado una conferencia de paz para impulsar la calma durante las elecciones.
La religión desempeña un papel influyente en toda la sociedad nigeriana, en la que más del 90% de los 216 millones de habitantes se identifican con una fe, principalmente cristiana o islámica.
"La mayoría de nosotros asistimos a iglesias o mezquitas", añadió Emeka Ugwuanyi, asesor jurídico del IDFP y codirector del proyecto electoral. "Veneramos a nuestros líderes religiosos. Los tenemos en gran estima y los consideramos representantes de Dios. Por eso, todo lo que dicen como estímulo o instrucción, lo escuchamos".
El IDFP diseñó y ejecutó un proyecto para reforzar la capacidad de 154 líderes "religiosos", responsables políticos y la sociedad civil para debatir estrategias eficaces de prevención de la violencia en la fase previa a las elecciones, creando al mismo tiempo oportunidades para fomentar la confianza y la cooperación.
Entre los asistentes se encontraba Enwere Belusochukwu, presidente del ala juvenil de la Asociación Cristiana de Nigeria. Para él, el proyecto ofrecía una gran oportunidad.
"Todos nos reunimos y recibimos mucha formación que aportó información valiosa a nuestras vidas", dijo Belusochukwu. "Ahora podemos ir a las bases y transmitir estas importantes lecciones".
"El truco está en empezar poco a poco y difundir a lo grande", dijo. "Hay que empezar por uno mismo e ir creciendo: primero con la familia, luego con la comunidad y después con el grupo más amplio".
Con el espíritu de esta importante lección, Belusochukwu organizó una "cena de construcción de la paz" especial con familiares y amigos. "Durante la comida, hablé con ellos y les recalqué la importancia de mantener siempre la paz con tus vecinos. Fue una ocasión maravillosa".
La plataforma también acogió su Conferencia anual sobre la Paz, celebrada bajo el lema "Religión y etnia: Salvaguardar las elecciones generales de 2023". Procedentes de comunidades de toda Nigeria, cientos de asistentes representantes del islam y el cristianismo recibieron un firme mensaje de unidad. El efecto dominó de estos proyectos ha sido significativo.
"No nos detuvimos ante nada para asegurarnos de decir a todo el mundo que la paz es la respuesta", afirmó Belusochukwu. "Fuimos a las iglesias, a los mercados y más allá. Nos reunimos con jefes de aldea y líderes juveniles. Lo que predicamos es la tolerancia. Nuestro principal mandato es tender puentes entre grupos religiosos para que los nigerianos vivan en paz".
Con el tiempo, el objetivo es ayudar al IDFP a ser plenamente sostenible e independiente, potenciando la capacidad de la red para solicitar fondos, diversificar los socios y entablar relaciones con el gobierno.
También se pondrán en marcha programas de reconciliación, en los que participarán líderes religiosos y comunidades confesionales para fomentar la unidad, el perdón y la adopción de formas justas de abordar los problemas.
Una herramienta clave para abordar los focos de violencia son las Unidades de Diálogo Interconfesional (IDU). Estas unidades ayudan a detectar y resolver conflictos en diez estados mediante un estrecho seguimiento de las disputas comunitarias que pueden desencadenar disturbios. Creadas en 2020, las IDU sirven de plataforma de múltiples partes interesadas en regiones afectadas por la violencia religiosa y étnica. Su propósito es potenciar la participación e implicación de los líderes religiosos en la prevención y resolución de conflictos, abordando al mismo tiempo los factores que contribuyen a la discordia.
"Siempre que hay un posible conflicto, enviamos a nuestros representantes para que investiguen los hechos y medien", explica Ugwuanyi, del IDFP. "Recogemos los primeros indicios de conflicto y los cortamos de raíz rápidamente. Nos ha ayudado a conseguir la paz".
La confianza y el prestigio espiritual únicos que los líderes religiosos tienen en sus comunidades los convierten en una fuerza poderosa para garantizar un futuro más estable y armonioso para sus comunidades locales y para Nigeria en su conjunto.