La Junta Directiva del KAICIID, integrada por representantes de cinco religiones —budismo, cristianismo, hinduismo, islam y judaísmo—, emitió hoy el siguiente pronunciamiento sobre los violentos hechos ocurridos en Bambari (desde el 30 de octubre y aún en curso), Batangafo (31 de octubre y 1 de noviembre) y Alindao (15 de noviembre), en la República Centroafricana, que tuvieron como resultado al menos 42 muertos, docenas de heridos y miles de personas desplazadas.
En Batangafo, grupos armados saquearon e incendiaron miles de hogares, un mercado y tres campamentos que daban albergue a 27.000 desplazados internos. En Alindao, una misión católica que alberga a 20.000 desplazados internos, así como la Catedral del Sagrado Corazón y la residencia del obispo fueron incendiadas y atacadas con armas de fuego por la Unión por la Paz en la República Centroafricana (UPC, por sus siglas en inglés). Los ataques dejaron un saldo de al menos 42 muertos, entre ellos dos sacerdotes (el Padre Blaise Mada y el Padre Celestin Ngoumbago). En Bambari, la UPC invadió la ciudad y atacó a las fuerzas de mantenimiento de la paz, con la violencia de las últimas tres semanas provocando el desplazamiento de muchos niños, hombres y mujeres.
“Estamos conmocionados e indignados por los recientes ataques violentos a campos de refugiados y lugares de culto religioso en la República Centroafricana. Al atacar campamentos donde los desplazados han estado intentando recuperarse de la pérdida de su hogar, sus pertenencias y, en muchos casos, sus familiares, los atacantes perjudican a uno de los grupos más vulnerables de población, que debe contar con plena protección y con la defensa de sus derechos.
Los líderes religiosos católicos de Alindao estaban dando una respuesta generosa a la necesidad de refugio de miles de personas desplazadas independientemente de su credo religioso, y ofreciéndoles cuidados en la iglesia y los campamentos. Es completamente inaceptable toda acción contraria a estos esfuerzos humanitarios, como lo es también la destrucción de un lugar de culto, que debe ser un lugar de paz. Condenamos estos ataques de la forma más enérgica posible.
La manipulación de la religión en la República Centroafricana ha ocasionado gran sufrimiento y pérdida de vidas. Lamentamos las muertes más recientes y seguiremos orando por la paz en el país. Estamos con los líderes religiosos de la Plataforma interconfesional de la República Centroafricana, y con todos los líderes religiosos que procuran la paz y la ayuda al Otro en tiempos de odio y divisiones. Seguiremos prestando nuestro apoyo y trabajando con los responsables políticos de la República Centroafricana en busca de la reconciliación y la paz”.
Una actividad de desarrollo de la capacidad, organizada por el KAICIID y Finn Church Aid y orientada a la comunidad cristiana de Bambari, fue redirigida a otra área debido a los recientes hechos de violencia en esa ciudad. En 2017, a través del programa de subvenciones del KAICIID, el Centro prestó apoyo a CARP8, una ONG local que busca el regreso de desplazados internos a su distrito de residencia original. Con el apoyo del KAICIID, CARP8 promovió una mayor toma de conciencia sobre el diálogo intercomunitario, la convivencia pacífica, la cohesión social y la libre circulación de las personas.