La Junta Directiva interreligiosa del KAICIID, formada por líderes religiosos de cinco religiones (budismo, cristianismo, hinduismo, islam y judaísmo) emitió hoy el siguiente pronunciamiento sobre los actos violentos acontecidos en Surabaya, Indonesia, donde al menos 13 personas murieron y más de 40 personas resultaron heridas en atentados bomba suicidas que tenían como objetivo tres iglesias el 13 de mayo; en Durban, Sudáfrica, donde un hombre perdió la vida y dos más sufrieron heridas muy graves después de que tres hombres apuñalaran a las personas de una mezquita el 10 de mayo; y en París, Francia, donde un hombre murió apuñalado y otros cuatro resultaron heridos el 12 de mayo de 2018.
“Nos horrorizan y nos entristecen profundamente las noticias de los terribles ataques en tres continentes llevados a cabo por personas que o bien eligieron como blanco lugares de culto o bien hicieron uso indebido de la religión para justificar sus crueles e inaceptables ataques. Rezamos por todas las víctimas y sus familias, e instamos a las personas de buena voluntad de todo el mundo a que se unan contra el odio y la violencia en nombre de la religión.
En Indonesia, los agresores no tuvieron escrúpulos en utilizar niños para llevar a cabo los ataques, intentando provocar el máximo daño posible mediante explosiones coordinadas aprovechando los servicios del domingo por la mañana que se celebraban en la iglesia cristiana indonesia de Diponegoro, la iglesia pentecostal del centro de Surabaya y la iglesia católica de Santa María. En Sudáfrica, las personas inocentes que asistían a sus oraciones en la mezquita Imán Hussain encontraron este lugar de paz convertido en un escenario de sangre y horror.
El derramamiento de sangre nunca se puede justificar con la religión. Todo aquel que ataque a personas de fe no solo infringe derechos humanos fundamentales, sino que también va en contra de todas las religiones y creencias. Por este motivo, los lugares de culto son lugares sagrados. Apoyamos a los indonesios y los sudafricanos que quieren la paz y que defienden los derechos de todas las comunidades religiosas a practicar sus religiones en armonía. También estamos con el pueblo de Francia en estos momentos difíciles, en los que el diálogo y el respeto por los demás son más necesarios que nunca”.